Hoy en día, muchas fiestas, como sucede en otros ámbitos de la vida, tienden a la globalización. Estas celebraciones viajan, cruzan océanos… y se instalan tímidamente en otros países. Muchos las tachamos de invasión, a veces nos resulta incómodo adaptarnos a lo desconocido. Pero en pocos años las hacemos propias, porque en realidad a todos nos encanta celebrar la vida.
Hoy en día es habitual demostrar el amor a los padres y reconocer su labor entre comidas familiares y regalos. Pero este día no tiene un origen comercial como algunos creen. Hoy vamos a conocer el verdadero origen del “Día del Padre”.
Sonora Smart Dodd, una chica de Washington, EEUU, quiso homenajear a su padre que tanto admiraba, de un modo muy especial. Él se encargó de sus cinco hijos cuando enviudó al fallecer su mujer durante su sexto parto. Su hija lo consideraba un modelo a seguir y quiso rendirle homenaje el día de su cumpleaños, el 19 de junio.
Con el paso de los años este reconocimiento fue extendiéndose masívamente hasta que en 1966 el presidente de EEUU, Johnson, declaró “Día del Padre” el tercer domingo de junio. Desde entonces, esta fecha es celebrada en muchos países americanos.
Viajamos ahora a España para conocer el origen aquí de esta fiesta. Conocemos ahora a otra mujer, Manuela Vicente Ferrero. Ella era maestra en el colegio “Santo Ángel” de Madrid. Cada curso realizaba en sus clases una actividad plástica para que los niños se la regalaran a sus madres cada 8 de diciembre (por aquella época “Día de la Madre”). Algunos padres le sugirieron la idea que realizara lo mismo en las aulas, pero dedicado a los padres. Manuela, conocedora de la celebración de este día ya en otros países, decidió que la fecha idónea para importar la celebración era el 19 de marzo, en el calendario, San José, padre de Jesús. Empezó a realizar en sus aulas la misma actividad para obsequiar a los padres.
También decidió difundir su idea mandando un artículo a una publicación de la época llamada “El magisterio español”. La idea tuvo mucha repercusión, se extendió por colegios de todas las ciudades y pueblos. Tanta repercusión tuvo que así celebramos esta fiesta hoy en día.
Desde aquí te propongo algunos pequeños detalles que harán sonreír a esos padres, padrastros, tíos, abuelos… que están siempre pendientes de nosotros. Mi taza vintage cactus verde siempre hace recordar a nuestra infancia, esos desayunos y meriendas en blanco y negro. Otra gran idea es uno de mis nuevos productos, delantal cactus verde, que hará sentir como un gran chef a ese papá. Por supuesto, recibirás estos artículos listos para regalar, con un bonito empaquetado.